Durante muchos años desarrolla una abundante producción cartelista, con un gran sentido de la visualidad comunicativa, simplicidad directa, pureza de líneas, sobria viveza de colores y pulcritud de formas. Cualidades todas ellas que se manifiestan en su primer cartel premiado (Burgos Ferias y fiestas 1957). Arranca de un lejano toque y sabor orgánicos en la estela del Modernismo remansado en la ciudad ( Cartel: Burgos Ferias y fiestas 1963); posteriormente, el dinamismo de líneas cubista y la tendencia a la planitud se conjuga con perspectivas y retorcimientos manieristas (Cartel: Burgos Ferias y fiestas 1964).
A partir de esta primera producción de cartelismo con personalidad y definición propias, seguirá produciendo carteles al dictado de los frecuentes encargos que reciba, para celebraciones y fiestas, en centenarios y creaciones de instituciones y con ocasión de la celebración de concursos o eventos culturales.